Se evapora el musgo entre las columnas
de fino verde que rasga el acontecer
Pilares de interiores nacen,
se ocultan y se acunan
Mas el poder del cosmos
bien nos quisiera tempestuosos velos de lluvia,
cubiertos varios del inmenso apego a la medida
(En el desvelo acariciamos otros versos)
Materia dúctil que la plástica entona, con su lustre
ausente, durante la ceremonia del cortejo
Silenciosas las distancias
en el descubrir colorido de las estrellas
Miniaturas de vaho cortinado apuntillan sus salidas,
durante el estrecho recorrido de sus abruptas gotas
Al respirar de las altivas columnatas,
como brazos que irrumpen en la tierra, savia de vida, árbol
Ánimas transparentes de ojos de cristal, lánguidas,
¡Cuánta belleza sin color!, sin olor
Verso Segundo: “Y que el otoño es un día de despedida del sol”
(La renunciación)
DESPIERTO
Cuando el día es noche
quiere la noche ser día.
Las horas se pierden en la penumbra
y yo despierto, sin querer, en la oscuridad.
Verso tercero: “Y que cuando se hace alguna cosa por primera vez hay como algo en la barriga”
( los interiores escépticos)
Verso cuarto: “Y que la poesía es una historia en la que se cuenta algo especial”
(Aires de azul)
En la solitaria estancia,
lo perverso, aunque presente, desaparece.
Nada perdura, por el momento.
Un alivio hondo llega
Cuando el aire anuncia su entrada.
¡Oh respirar! ¿Adónde te habías ido?
¡Cómo he echado de menos tus caricias!
Verso quinto: “-¿Papá, el cielo, las nubes y todo eso nos oyen cuando gritamos?”
(Ya desde adentro. El interior verdadero)
Qué pregunta tan dulce,
De nuevo el escarabajo,
Ya sin sus viejas estafas
de piel carbón,
Ya sin el recuerdo
Las holguras y las pizcas
Brillante
Ya desde adentro,
sin las molestias de ese mirar
lo de dentro,
ilustra musgo ahora, su verdadera mirada.
Cuando el rayo de sol no lo ilumina
una gota de luz en tu piel mojada.
Blanco frágil, negra túnica invernal,
duerme en paz.
Ahora verdes se visten de gala,
y el agua se hincha.
Crece la luz del mediodía.
…
Allí está, entre párpados, tu escarabajo dorado.
Que sabemos que oyen,
de adentro afuera.